Datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) reportan la pérdida de 43 mil hectáreas por las inclemencias climáticas.
Alrededor de 43 mil hectáreas reportan pérdidas como consecuencia de inundaciones y sequías, lo que ha afectado sobre todo a pequeños productores soyeros. Ante esta situación, el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), Fidel Flores, manifestó este jueves que la única salida radica en recibir un buen precio por la producción de grano de soya a cosechar, lo que podría compensar lo perdido hasta el momento.
“De acuerdo con la cotización en el mercado internacional, la tonelada de grano de soya podría estar por los 460 dólares para el producto puesto en Santa Cruz. Y, para que los productores tengamos la posibilidad de obtener un precio correcto, es importante mantener libre la exportación del grano. Este es el mecanismo que permite la formación de un precio justo, relacionado con la oportunidad de exportación”, aseveró Flores.
El representante de ANAPO, quien a su vez es pequeño productor, acotó que en la gestión 2022 los pequeños productores se beneficiaron de las exportaciones de grano de soya, pues estas les permitieron obtener al menos 40 dólares más por tonelada de lo que se hubiese logrado si continuaban restringidas las exportaciones, como ocurría en el pasado.
“La liberación de la exportación de grano de soya, es un logro que conseguimos los productores a través de movilizaciones y en situaciones críticas como la que atravesamos ahora, se consolida como un respaldo porque nos permite obtener un precio correcto; en especial a los pequeños, que somos ahora los más perjudicados”, acotó Flores.
En cuanto a las 43 mil hectáreas perdidas por las inclemencias climáticas, 18 mil hectáreas son efecto de la sequía y 25 mil hectáreas del desborde de ríos y exceso de lluvias. Cabe apuntar que 36 mil hectáreas de lo perdido son soya, 6 mil hectáreas maíz y mil hectáreas sorgo. Las tierras más afectadas están concentradas sobre todo en los municipios de Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián, Okinawa, Fernández Alonzo y San Pedro.
Flores agregó que también existen unas 149 mil hectáreas afectadas en distintas situaciones, ya sea debido a la sequía o el exceso de lluvias. “Estas hectáreas afectadas tendrán una merma importante en su potencial de rendimiento, pero esperamos que los productores puedan cosechar una producción de granos de soya, maíz y sorgo que les permita cubrir sus costos de producción”, sostuvo.
Liberación de la exportación de grano de soya
En mayo de 2019 los productores soyeros, principalmente pequeños, iniciaron una serie de medidas de reclamo con bloqueo de carreteras para exigir al Gobierno la liberación de las exportaciones de grano de soya. Esto debido a los bajos precios que ofertaban los compradores locales en ese momento como resultado de la restricción a las exportaciones de grano de soya.
Ante esa situación, el Gobierno del ex presidente Evo Morales emitió el 29 de mayo de 2019 el Decreto Supremo 3920, que autoriza la exportación de grano de soya equivalente al 60% de la gestión anterior, con base en los datos oficiales del INE.
Para la gestión 2022 se aprobó, mediante certificado de abastecimiento interno y precio justo, la exportación de hasta 1,9 millones de toneladas de grano de soya. De estas, hasta noviembre, fueron exportadas solo cerca de 596 mil toneladas que generaron aproximadamente 330 millones de dólares en divisas para el país.
Cabe apuntar que durante 2022 la producción total de grano de soya llegó a 3 millones de toneladas y la demanda del mercado interno para satisfacer las necesidades del sector pecuario es de solo 800 mil toneladas.
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