Un hallazgo en aguas profundas reaviva una vieja historia de oro, disputa y jurisdicción que aún guarda un dato clave.
Decenas de toneladas de oro se encuentran a 2.000 metros de profundidad bajo el agua. Lo cierto es que el caso emblemático es histórico: un célebre naufragio del siglo XIX con cargamento aurífero fue localizado hace décadas y yace a más de dos kilómetros bajo el Atlántico.
Con el tiempo, la historia sumó capas: expediciones en 1988-1991 y una operación reciente en 2014 recuperaron monedas, lingotes y piezas. Las estimaciones históricas hablan de decenas de toneladas embarcadas en 1857, pero solo se rescató una fracción.
Dónde y cuándo se encontró realmente el «barco de oro»
De acuerdo con los registros históricos del SS Central America, el hallazgo fue localizado en 1988 a unos 2.200 metros de profundidad (7.200 pies), en el Atlántico occidental frente a Carolina del Sur. Las campañas de rescate posteriores (fines de los 80 y en 2014) recuperaron parte del cargamento. La última de ellas se dio en un tiempo reciente, en 2014.

Las estimaciones históricas sitúan la carga original en el orden de decenas de toneladas (lingotes, monedas y polvo de oro de California). Lo extraído de este hallazgo se sometió a procesos judiciales de reparto y liquidación.
¿A quién «pertenece» el tesoro y qué pasa con la idea de provincia?
En este caso, la competencia recayó en tribunales de almirantazgo de EE.UU. y en el Estado de Carolina del Sur (figura equiparable a una provincia en sistemas federales).
Las cortes reconocieron derechos de salvage (rescate) y reclamaciones de múltiples partes. Hubo recuperaciones del oro en 1988-1991 y una expedición en 2014 con vehículos operados remotamente.
Tras litigios y acuerdos, el material se distribuyó entre inversores, rescatistas y reclamantes conforme a sentencia; el Estado mantuvo interés por patrimonio y regulación.
FUENTE: EL CRONISTA
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