El expresidente Evo Morales lanzó este domingo una preocupante voz de alerta al afirmar que la nacionalizada empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se encuentra en una “quiebra total”, por lo que planteó aplicar un plan de profunda reestructuración.
“YPFB siempre aportaba dinero al gobierno nacional; ahora el gobierno nacional tiene que prestar dinero a YPFB. ¿Qué hacemos con YPFB? YPFB está en quiebra total, tiene que haber una reestructuración total en YPFB”, afirmó durante su programa dominical.
Estos comentarios surgieron a propósito del reciente problema de abastecimiento de hidrocarburos y supone que se debe a que YPFB no tiene fondos para comprar combustibles y debe recurrir a préstamos del Banco Central de Bolivia o al Ministerio de Economía para financiar la importación.
Morales cree que no hubo ningún plan de previsión a pesar de que anteriormente, en reuniones privadas, advirtió al presidente Luis Arce sobre los riesgos por la disminución de la producción de gas.
Recordó que cuando dejó el gobierno, la producción de gas era de 60 millones de metros cúbicos por día en 2019 y al regresar al país (en el 2020), descubrió que la producción había descendido a 48 millones de metros cúbicos por día. Dijo que hoy en día no se tienen datos, aunque estima que debe estar entre 37 y 38 millones de metros cúbicos por día.
En la línea de la crisis en el sector de hidrocarburos, otras fuentes cercanas al “evismo” cuestionaron desde el Trópico de Cochabamba, la decisión injustificada de YPFB Corporación de transferir mediante adjudicación directa la administración de la Planta de Urea y Amoniaco (PAU) a la subsidiaria YPFB Refinación para tareas de operación, mantenimiento y otros, triplicando los costos de años anteriores.
Según las cartas de adjudicación, para el período de abril de 2022 a diciembre de 2023, es decir, durante 20 meses, el servicio de mantenimiento, operación y otros tenía un costo de 572.629.440 millones de bolivianos. Ahora, para el período de febrero de 2024 a diciembre de 2026, es decir, 22 meses, el costo por el mismo servicio se elevó a 1.140.283.264 millones de bolivianos.
Hace pocos días, YPFB Corporación entregó a YPFB Refinación la gestión administrativa de la planta, obligando a los trabajadores antiguos a renunciar para ser recontratados con una reducida escala salarial o ser despedidos sin derecho a beneficios sociales, como es el caso de los extranjeros.
Denunciaron el inicio de un “matonaje gerencial” al infringir derechos laborales y ejercer coacción por parte del Analista de Talento Humano de la Gerencia de Servicios de YPFB-Refinación, Gerson A.P., quien anunció un proceso de evaluación al personal técnico especializado, tanto extranjero como boliviano.
Dijeron que nadie sabe cómo serán evaluados los técnicos, si YPFB Refinación no tiene ninguna experiencia en la operación de plantas petroquímicas. Esta actitud agresiva ha provocado la renuncia de personal extranjero que ha cuestionado la prisa por transferir la PAU a una subsidiaria inexperta, sabiendo que en marzo la planta tendrá un paro programado que durará al menos un mes.
La situación de los hidrocarburos ha motivado la preocupación del expresidente Morales, quien ha planteado este domingo la necesidad de que el presidente Luis Arce Catacora convoque a una cumbre nacional con actores públicos, privados y organizaciones sociales para debatir soluciones a corto, mediano y largo plazo no solamente para el tema de hidrocarburos sino políticas integrales en otros escenarios.
FUENTE: ERBOL
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